MINERÍA PERÚ

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martes, 13 de agosto de 2013

Responsabilidad Social

¿ La Responsabilidad Social Empresarial y sus enfoques?

Por: Luis Pareja Sedano

En la actualidad, el desarrollo y la globalización han incrementado la exigencia social de un comportamiento empresario más responsable.
Cada vez con mayor frecuencia, las empresas son vistas como ciudadanos corporativos[1] (empresas que cuentan con derechos y responsabilidades sociales básicas, éticas, laborales y medioambientales, que van más allá de la maximización de ganancias de corto plazo) por sus stakeholders (grupos de interés relacionados con la empresa), quienes vigilan y presionan a las compañías para que éstas avancen en el ámbito de la RSE, de manera tal, de asegurar su permanencia dentro del mercado.
_innovacion-social_Tradicionalmente, se consideran dos grandes enfoques de la Responsabilidad Social Empresarial que corresponden a la posición Liberal y Social, entre los cuales coexisten otros, que pueden clasificarse en diversas posiciones intermedias, los que serán revisados destacando aspectos que nos permitan congregar un enfoque integrado y de aplicación respecto al desempeño actual de las empresas en el ámbito relativo a estas prácticas.
La posición Liberal, es defendida principalmente por Milton Friedman, la cual postula que “existe una y sólo una responsabilidad social de la empresa, que es usar sus recursos y energías en las actividades diseñadas para incrementar sus beneficios, siempre y cuando permanezca dentro de las reglas del juego, es decir, esforzarse por una libre y abierta competencia, sin engaños ni fraudes”, apoyándose en la teoría de “la mano invisible” de Adam Smith, que señala que la interacción de los individuos en el mercado, guiados por sus propios intereses conducirán al bienestar general de la manera más efectiva y eficiente que si cualquier otra entidad o institución quisiera intervenir en esta dinámica. En este sentido, plantea a la doctrina de la RSE como fundamentalmente subversiva, pues distorsiona el funcionamiento del mercado generando ineficiencias en la asignación de los recursos disponibles.
La posición Social, en cambio, está basada en una naturaleza de la empresa mucho más amplia, en la que incorpora la relación de la entidad con diversos grupos e instituciones que integran el contexto social. En este ámbito, se visualiza a la empresa como un nuevo centro socializador que será responsable no sólo de las ganancias de los accionistas, sino que también del bienestar de la sociedad en la que se desenvuelve. Este enfoque se apoya en los planteamientos de Archie Carroll[2], quien manifiesta que el accionar de las empresas se ha enmarcado dentro de cuatro categorías progresivas de RSE referentes al desempeño económico, legal, ético y discrecional[3]. La primera de ellas es de índole económica, pues al producir de manera eficiente generará riqueza, contribuyendo así, al desarrollo nacional, esperando que su desempeño se supedite a las leyes y reglamentos establecidos, con el fin de normar y regular su campo de acción, así como también a las normas éticas y valóricas establecidas socialmente; deseando además, que en un nivel superior tenga orientaciones filantrópicas impulsadas por el interés corporativo con el fin de dar ayuda y solución a problemas de orden social. Estas cuatro categorías dan un lineamiento de las expectativas que la sociedad, en general, tiene del sector empresarial o las mismas corporaciones.
Los planteamientos intermedios a estos, corresponden a los enfoques: Iluminado del Self-Interest; de las Instituciones Sociales; de la Moral Personal; Legal; de la Ciudadanía Empresarial; de los Stakeholders; basado en la Virtud; y el Teológico o Religioso. De estas visiones, se ha considerado algunos aspectos de cuatro de ellos, los cuales se apoyan y confluyen a la creación de un enfoque más amplio, orientado a la aplicación actual de las políticas socialmente responsables.
De acuerdo al “Enfoque de los Stakeholders”, las responsabilidades de la empresa no sólo se limitan a los accionistas, sino que involucra un grupo más amplio denominado “stakeholders”, en el cual se encuentran todos aquellos grupos en los que impactan las actividades de la empresa, quienes permiten su existencia y además el logro de los objetivos de la misma, correspondiente a la maximización de las ganancias, tal como señala Elizabeth Vallance[4] quien plantea que “el propósito de los empresarios es la maximización del owner value de largo plazo”, que corresponde al valor de la empresa en términos de los beneficios de largo plazo reportados a los accionistas. Por esto, mantener buenas relaciones con los stakeholders, y como manifiesta Sir Geoffrey Chandler[5], contar con guías éticas que regulen las actividades empresariales, darán las pautas de sobrevivencia de la organización en un entorno competitivo en el largo plazo, ayudando a la consecución del objetivo empresarial.
En un sentido similar, el “Enfoque iluminado del Self-Interest”, desarrollado por Aram[6]; Arlow y Gannon[7]; y Mescon y Tilson[8], plantea ala RSE como una estrategia que ayuda a alcanzar el éxito o la maximización de beneficios, al promover una respuesta positiva por parte de la sociedad a cambio de tales prácticas. Sin embargo, para que esto ocurra será necesario que la comunidad conozca el comportamiento corporativo responsable de la empresa, lo cual demandará un análisis exhaustivo frente a los costos asociados a las iniciativas responsables y su comunicación, versus los potenciales beneficios que se podrían alcanzar, en el entorno de un contexto competitivo. Es así, como la comunicación del compromiso y actividades en materia de responsabilidad social que mantienen las empresas, se convierte en una pieza fundamental para la maximización de los beneficios; siendo relevante considerar qué comunicar, cómo y a quién. Para lograr una comunicación efectiva[9], existen elementos esenciales a considerar como la credibilidad y la transparencia de lo que se está informando, considerando también que se debe comunicar de forma simple eventos pasados que hayan sido exitosos, diseñando especialmente estrategias comunicacionales para cada stakeholders.
Así planteados, los dos enfoques anteriores convergen en la RSE como una herramienta que apunta al logro de los objetivos organizacionales, tomando en cuenta consideraciones vistas desde distintas perspectivas, sin que sean excluyentes entre ellas.
Sin embargo, también podemos considerar en un ámbito complementario, aristas del “Enfoque Legal” y del “Enfoque de la Ciudadanía Empresarial”, como elementos reguladores del accionar de las empresas, considerando por una parte, que desde una perspectiva legal las entidades al ser creadas y validadas por ley, deben actuar conforme a las reglamentaciones establecidas por la sociedad; y por otra parte, que en su calidad de ciudadanos corporativos deben ser capaces de desempeñarse de tal forma que contribuyan al bienestar comunitario, actuando responsablemente en todas y cada una de sus actividades.
Reuniendo los aspectos anteriores de las visiones citadas, podemos aglutinar tales perspectivas en un enfoque integrado, en el que señalamos a la RSE como una herramienta estratégica que ayuda a la consecución del objetivo corporativo de maximización de beneficios, incorporando en sus consideraciones no sólo a los accionistas, sino a todos los grupos de interés, que darán las bases y la posibilidad de la existencia de la empresa en el largo plazo, al actuar en un mercado competitivo. Sin embargo, para que las acciones realizadas logren los propósitos buscados, será necesario que las entidades encuentren la manera de comunicar su actuar responsable a los stakeholders, de manera efectiva, y se preocupen de realizar sus distintas actividades e iniciativas dentro del marco legal correspondiente.
En los últimos años, se han gestado numerosas organizaciones no gubernamentales en el mundo, que promueven e incentivan las buenas prácticas empresariales en lo relativo a lo social, laboral, medioambiental y de derechos humanos, las cuales junto al desarrollo de nuevos medios de comunicación y a la creciente globalización exigen mayor responsabilidad de las actividades empresariales, por lo que se han creado diversos indicadores en esta materia tales como Ftse4Good[10] y Dow Jones Sustainability[11], que permiten evaluar los comportamientos corporativos.
Estas exigencias en conjunto con el enfoque planteado contribuyen a la construcción de un concepto integrado de RSE que hoy se aplica a la gestión de las empresas tanto públicas como privadas, observándolas como entidades multifuncionales que deben ser capaces de responder a los requerimientos sociales, culturales, ambientales y legales, así como también a sus tradicionales labores de producción y generación de empleo y riqueza; lo cual en conjunto significa que las empresas deben integrar el desarrollo de sus funciones internas y externas simultáneamente, bajo la consideración socioeconómica que hoy orienta el accionar de las entidades.
La mayor relevancia que ha adquirido el concepto de RSE, de acuerdo a Teixidó y Chavarri[12], ha sido posible gracias al cambio en la concepción de las organizaciones respecto al modelo corporativo que las identificaba. En este sentido, se ha transitado desde una perspectiva técnico-utitarista, de orientación principalmente económica, hacia una visión plurifuncional de la empresa, en la cual desempeña un enfoque socioeconómico más amplio. Así también, se ha observado un cambio en la labor realizada por empresas de países en vías de desarrollo, en los cuales principalmente se efectuaban acciones sociales (llamadas también Inversión Social), catalogadas como caridad o beneficencia, las que tendían a ser confundidas con la noción de RSE. Esta situación hoy se ha visto esclarecida, entendiendo que la Inversión Social es parte de la RSE, pero que éste último término va mucho más allá de las acciones sociales, ampliándose a la consecución del desarrollo sustentable, mediante el cual se logre en forma conjunta el equilibrio medioambiental, integración de la sociedad y crecimiento económico.
De este modo, hoy se pone énfasis en aspectos tales como el interés común de la sociedad y su calidad de vida, el buen uso y conservación de los recursos, y un rol activo del gobierno e instituciones gubernamentales; situando a las organizaciones como unidades integradas dentro de un sistema abierto con el cual interactúan y del cual dependen.
Así vemos que las firmas ya no sólo tienen obligaciones con los accionistas, sino que se ha ampliado hacia nuevos frentes de responsabilidad que involucran a toda la comunidad debido a que en ella convergen diversos grupos de interés, tales como socios y accionistas, empleados y sindicatos, clientes y consumidores, gobierno y entes reguladores, comunidad, sociedad, líderes de opinión, grupos de interés público, asociaciones comerciales, competidores y proveedores, entre otros.

[1] Basado en: “The Center for Corporate Citizenship at Boston College” (URL: http://www.bc.edu/centers.html)
[2] “Business & Society: ethics and stakeholders management”; Carroll, Archie and Buchholtz, Ann K.; South-Western College Publishing, 1999.
[3] Ver Pirámide de Carrol: Anexo 1
[4] “Business Ethics at Work”, Cambridge University Press, 1995.
[5] “Business Ethics”, A European Review, 1996.
[6] “The Paradox of Interdependent Relations in the Field of Social Issues in Management”, Academy of Management Review,1989.
[7] “Social Responsiveness, Corporate Structure and economic performance”, Academy of Management Review, 1982.
[8] “Corporate Philantropy: A Strategic approach to the Bottom Line”, California Management Review, 1987.
[9] “Maximizing Reputation Benefits of Corporate Social Responsibility through effective Communications”, Canadian Business of Social Responsibility (CBSR), 2004.
[10] Índice elaborado por FTSE (Financial Times Stocks Exchange, entidad independiente que crea y gestiona índices bursátiles de todo el mundo), para medir el desempeño de las compañías reconocidas globalmente por sus estándares de responsabilidad corporativa y que además cumplen con una serie de requisitos medioambientales, de diálogo con los stakeholders y de respeto a los derechos humanos. Este índice tiene por objetivo alentar inversiones socialmente responsables y, a la vez, generar recursos para el Fondo para la Infancia de la ONU (UNICEF) (URL: www.ftse4good.com).
[11] Índice elaborado por Dow Jones Indexes, STOXX Limited y SAM; del cual ya forman parte compañías que están en el Dow Jones Stock 600 Index, y que además cumplen con una serie de requisitos en materia de sustentabilidad, siendo líderes en esta materia. Esta familia de índices comprende un índice global, tres regionales y uno del país. La evaluación de la sustentabilidad comprende un análisis de múltiples factores tanto sociales y medioambientales como económicos; con lo cual se otorga una puntuación determinada a cada compañía para la posterior elaboración de un ranking de sustentabilidad por industria. (URL: http://www.sustainability-indexes.com).
[12] “La Responsabilidad Social Empresarial: Repensando el papel de la empresa a inicios del siglo XXI”, Revista Filantropía y Responsabilidad Social en Chile, N°2, PROhumana.

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